Sitio web
desarrollado por
Polisemic
28 de julio de 2020
Por: Laura Copello
Amo los mundos pequeños, los construyo con mis infinitos objetos. Los armo y los desarmo.
Construí un mar para mí, con un dibujo de mi viejo.
Puse en ronda las ovejas de mi colección y les di una clase de teatro.
Armé una asamblea con todos los personajes que encontré en mi casa. Temario: Imaginando futuros.
Inventario de lo que no quiero escuchar
Inventario de las cosas cotidianas
Inventario de lo que extraño
Inventario de lo que habría que hacer, y no hago ni haré
Hacemos teatro.
Producimos, gestionamos y enseñamos para intentar construir nuevos mundos. Somos docentes en espacios públicos y privados. Somos parte de la variada y potente “oferta” cultural de la ciudad de Rosario.
Cuando hacemos teatro hablamos de quienes somos, de nuestro particular modo de mirar el mundo y de producir sentidos.
Y llegó el COVID para dejarnos bien claro que no somos relevantes, que estamos en los márgenes, fragmentados, desorganizados, dispersos, perplejos y desolados. En general atrapados en lo desigual, la falta de regulación, la informalidad y precarización de nuestras prácticas
No hay estrategias.
Pero todxs, toditxs necesitamos algo que no sea COVID: caminar por las noches, disfrutar trabajos dignos, mirar el mar, abrazarnos, ver teatro, escuchar música, danzar, agregá lo que quieras…
Será necesario reinventar las preguntas, construir nuevos espacios poéticos.
Estará el estado presente para escucharnos? Para visibilizarnos? Será que se van a revisar las políticas culturales? Será posible la participación comunitaria? Se dará lugar a la diversidad de miradas, de experiencias, de propuestas?
Hasta ahora, sólo el Plan Podestá (aporte en plata que se terminó hace mucho), convocatorias a concursos y dos litros de lavandina, un poco de alcohol en gel y varios barbijos amarillos.
Esperamos.
Y mientras tanto con Felipe decimos: Habrá que aprender a mirar desde los bordes, los agujeros, las alcantarillas. Entrar al mundo por ventanas, ventanillas y puertas de atrás. Habrá que construir nuestros propios jardines, nuestra casa del árbol, para mirar el mar.
Como dice Paul Eluard: Hay otros mundos y están en éste.
Ahí vamos.